domingo, 25 de enero de 2015

Infinito más infinito




Me gusta comparar la vida con un gran viaje. Un viaje lleno de aventuras. Para las cuales tienes que estar preparado. Tienes que  mantenerte  curioso, inquieto, con ilusión…sino, corres el riesgo de perderte por el camino. Esa es la prueba de fuego. Todos sabemos que el viaje no siempre es de color de rosa y que muchas veces no conseguimos llegar al destino deseado ni con GPS. No es fácil.

¿Sabéis? Hace muchos años fui la chica más feliz del planeta. En mi camino se cruzó una persona que me hizo ver la vida de otra manera, me enseñó lo que es amar, pero amar en mayúsculas. De ese amor que invade todo tu cuerpo  y sientes que ya no puedes querer más, que cualquier día explotas de tanto amor, como un volcán. Cualquier problema quedaba en un segundo plano, porque estábamos juntos, y eso ya era suficiente. Ese amor. Único e irrepetible.

Tristemente nosotros también nos perdimos. Pero el camino sigue. Y él tiene reservado para siempre un trocito de mi corazón. Porque nos quisimos infinito más infinito y eso es imposible de olvidar.

Hay que dejar ir. El viaje continua…

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