miércoles, 27 de agosto de 2014

Aguacates

                               Pinterest



En la vida puedes encontrarte con millones de teorías, las cuales serás libre de creer o no creer. Una de las teorías más curiosas que he leído últimamente es la del aguacate. No sé muy bien quién la habrá descubierto pero desde luego es digna de analizar. Veréis.
Los aguacates son un fruto muy especial. Están riquísimos pero prácticamente tienes que ser un ninja para saber cuándo es el mejor momento para comerlos. Con un plátano lo tenemos más fácil, el color de su cáscara nos avisa de cuando está verde o cuando está maduro. En cambio, la cáscara de los aguacates es siempre dura y oscura, imposible saber en que grado de madurez se encuentran. Y lo mismo pasa con los hombres de menos de 30…

Así resume internet esta teoría:
Aún no. 
Aún no. 
Aún no. 
Aún no. 
Aún no. 
CÓMEME AHORA
Tarde. 

- Aguacates.

 Via: Man Repeller

En lo que al compromiso se refiere, la mayoría de los hombres menores de 30 son como los aguacates, imposibles de descifrar. La teoría cuenta que durante ese periodo los hombres se dedican a experimentar con su vida y sus relaciones.  Pongamos un ejemplo.
Mr Jones (le llamaremos así) es un chico de 26 años, atractivo y exitoso, puedes hablar de lo que sea con él, es comprensivo  y divertido, te lo pasas pipa a su lado. Mr Jones tiene todo en esta vida y disfruta plenamente de ello pero no tiene ninguna prisa por tener una relación estable. Aún sabiéndolo, tú,  chica de veintitantos te pillas irremediablemente por él, tratas de gustarle, te esfuerzas en llegarle al corazón y luchas porque algo en su interior haga click y se enamore perdidamente de ti, pero…fracaso absoluto. Te preguntas qué es lo que has hecho mal, qué es lo que te ha faltado, pero la respuesta es simple. Él, como el aguacate NO está listo. Y no hay más que hacer.

¿A los 26...? No estoy listo. 
¿A los 27...? Nou nou.
¿A los 28...? He dicho que no!

A los 29/30 Mr Jones conoce una chica. Probablemente no es la más guapa, ni la más simpática, ni la más lista ni divertida de todas las que ha conocido a lo largo de su vida. No es la más especial. Pero eso no importa porque lo que cuenta es que él está preparado y no hay vuelta de hoja. Ella llegó en el momento preciso y se encontró al aguacate gritando: ¡AHORA, COMEME AHORA! Y punto pelota.  A no ser que la chica de la que se ha enamorado no tenga ganas de nada serio. Entonces, Mr Jones repetirá la jugada con otra chica, simplemente porque está preparado.

Tampoco vayáis a pensar que todos los hombres menores de 30 son así, es sólo una teoría, aunque en mi opinión una teoría aplicable a un gran porcentaje de chicos, jeje. Y ojo, que también hay chicas aguacates por el mundo pero por norma general solemos ser más plátano. Eso es así.

¿Qué os parece esta teoría? ¡No me digáis que no es divertida! A mí por lo menos me ha hecho mucha gracia :)

Mucho amor aguacates!

martes, 26 de agosto de 2014

Mi problema eres tú



Después de leer  y releer este poema tan precioso no tengo elección, con permiso de su autor Iago de la Campa lo comparto con vosotros. Leerlo despacito, descifrando cada palabra, sólo así podréis sentirlo. Estoy segura de que más de uno se encontrará entre estas lineas. A mí me pone los pelos de punta.


                                                                 Foto via: curlystripes


Tengo un problema conmigo, tú

Dicen que no se puede ser feliz todos los días pero por lo menos hay que intentarlo, me acuerdo cuando te preguntaba que querías ser de mayor y me decías que feliz, y te agarrabas fuerte a mí, como si yo tuviera la culpa.
Vimos todos los enfoques que pudimos sobre la teoría del caos con tu cuerpo de pizarra, después de hacernos los valientes, de fingir que tú no tenías miedo a decirme que si y yo no tenía miedo a que me dijeras que no, que aunque haya cosas que no queremos escuchar, las respuestas pueden no ser las esperadas, y la pregunta que nos iba a dejar sin nada, nos lo da todo. Y mira es mucho mejor arriesgarse a fracasar, antes de seguir imaginándome futuros contigo, sin ti.

Tenemos personalidades adictivas pero inconstantes, nos quisimos tanto tan pronto, que nos hicimos tarde sin darnos cuenta. Y yo no quería hacerte más tarde, yo quería hacerte noche. Nos quisimos contar tantas cosas que al final no nos contamos nada, nos quisimos contar los lunares y la madrugada estaba nublada. Tú querías historias para dormir y yo amor, quería una historia para no dormir, de las que se viven y se recuerdan y no se cuentan.

Nos acabamos como empezamos, pronto y a medias. Ahora prefiero odiarte un poco, a quererte a penas. Me despierto algunas mañanas y aún me repito, “tengo un problema conmigo, tú.”

Mucho amor!