lunes, 19 de mayo de 2014

Siempre nos quedará París






Revolviendo entre mis fotos he encontrado un viaje mágico a París y me he puesto nostálgica. Porque sí, París es siempre una buena idea, pero sobretodo en Navidad. Echo de menos pasear por los campos Elíseos, las calles llenas de luces, música y de gente que ríe contenta. Ese ambiente. Echo de menos montarme en el Bateau Mouche, que el Sena me balancee, el aire me acaricie la cara y me  llene de tranquilidad. Echo de menos perderme entre sus callejuelas, subir al Sacre Coeur y admirar a todos los artistas que se concentran allí. Quiero volver a subir a la torre Eiffel y ver atardecer.



 Comer  un crêpe du chocolat. 




Está vez pondré un candado en el puente de las Artes y me aseguraré de que no se suelte nunca, quizá ese fue el error. 

Buzz Lightyear y Nemo nos esperarán en Disney, volveremos a perdernos en el laberinto de Alicia en el país de las maravillas y el hotel del terror ya no será tan terrorífico. Cuando caiga la noche por arte de magia empezará a nevar mientras suena un villancico. Y durante esos instantes seremos los más felices del mundo.

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